El periódico La Voz del Interior, de Córdoba publicó esta nota a raíz de la muerte del padre Nelson Dellaferrera, ocurrido el 29 de marzo.
"Enterramos a sus protagonistas, pero no podemos enterrar el pasado", reflexionó ayer un conocido abogado, durante el multitudinario velatorio del legendario cura Nelson Dellaferrera, en barrio Jardín.
El deceso se produjo como consecuencia del cáncer que lo aquejaba desde hace tiempo. Sus restos fueron transitoriamente depositados en el Panteón de las Esclavas, del Cementerio San Jerónimo. A pedido suyo, Dellaferrera descansará finalmente en Santa Cecilia, la parroquia donde ofició en la última década. En el Arzobispado estiman que en mayo se podrá concretar la inhumación.
Nelson Dellaferrera fue sacerdote, profesor y un referente internacional en Derecho Canónico, además de historiador, ensayista y ex Vicario Judicial. Había nacido en Sacanta el 4 de abril de 1930. Se ordenó en 1954. Su trayectoria es un testimonio de las vicisitudes del catolicismo en la segunda mitad del siglo pasado. Tanto o más que por su aporte a la casuística jurídico religiosa, sobre todo a las nulidades matrimoniales, el "cura de las Monjas Azules" será recordado por su accionar en el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo.
En los años '60, durante la dictadura de Juan Carlos Onganía, fue una figura conspicua en la influyente parroquia Cristo Obrero. En parte, allí se gestó la militancia nacional y cristiana que luego tomaría caminos diversos, en la aciaga década de 1970.
Personaje. Aunque el escritor Marcos Aguinis nunca lo admitió oficialmente, el personaje de Carlos Samuel Torres, protagonista de la célebre novela La cruz invertida (1970), estaría directamente inspirado en Dellaferrera. En Córdoba, éste es un secreto a voces. También lo es que a él nunca le gustó la forma en que había sido retratado.
El padre Nelson integró los máximos tribunales de Derecho Canónica e Historia. Fue un gran estudioso de los sínodos, la legislación colonial y las vidas de los Obispos Orellana y Arancibia. Logró que el miedo y la violencia conyugal, en particular ejercido por el marido sobre la esposa, fueran una razón indeclinable de nulidad del vínculo.
Por cuestiones burocráticas, no alcanzó a ocupar su sitial en la Junta de Historia de Córdoba, en la que pensaba presentar su extenso estudio sobre "Matrimonios clandestinos".
Hombre de mucho carácter, Dellaferrera poseía una condición retórica poco común. Tenía muchos seguidores, sobre todo jóvenes, que no extrañarán su pasado beligerante ni su copiosa autoría, sino sus elocuentes sermones dominicales.
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