Roma nombra comisario pontificio al obispo Fernando Sebastián (foto) tras las acusaciones de desorden financiero y moral en la asociación, creada por el praviano Rodrigo Molina. Esta entidad también está presente en la Argentina, desde 1980, en las arquidiócesis de La Plata y Rosario, y en las diócesis de San Miguel y Lomas de Zamora.

El Vaticano ha intervenido de manera definitiva, cesando a todos sus dirigentes y nombrando un comisario pontificio, a la Unión Lumen Dei, una asociación católica muy vinculada a Asturias: fue fundada en 1967 por el sacerdote y jesuita Rodrigo Molina (1920-2002); también fue presidida, entre 2002 y 2007, por el presbítero Francisco Javier Mahía Colao, y cuenta en la región con dos comunidades de hermanas, una en Gijón y otra en el palacio episcopal ovetense de la Corrada del Obispo.
La crítica situación de Lumen Dei, con acusaciones internas sobre desórdenes financieros y morales, tiene desconcertada a la Conferencia Episcopal Española y a la propia Santa Sede, donde se han venido acumulando cientos de documentos en los que una parte de la asociación -pequeña, pero con fuertes apoyos episcopales- denuncia a la contraria. Tales circunstancias han conducido a la referida intervención del Vaticano, una medida drástica que el código de derecho canónico reserva a las situaciones muy graves.
Desde hace unos tres años, un violento enfrentamiento encaró al citado grupo con el resto de la organización. Las acusaciones vertidas, que rápidamente llegaron al Vaticano, consistieron en denunciar desórdenes sexuales entre algunos consagrados -no probados hasta la fecha-, o que los dineros recaudados no fluían debidamente hacia los centros de trabajo pastoral, o que la desintegración amenazaba a la Unión Lumen Dei. Sucesivas investigaciones canónicas han tratado de dilucidar la veracidad de las denuncias.
Lumen Dei, organización de espiritualidad clásica, cuenta con 675 miembros en tres sectores -sacerdotes, hermanas y matrimonios-, más unas 2.100 personas entre colaboradores y contratados. Trabaja en 14 países, sobre todo hispanoamericanos, donde conduce centros muy apreciados, tanto asistenciales (comedores populares, dispensarios, hospitales, clubes de madres, inmigrantes), como promocionales (desarrollo agropecuario). La Unión Lumen Dei esta reconocida canónicamente en 65 diócesis del mundo.

Lo que la Santa Sede ha determinado ahora -por decretos del dicasterio para la vida consagrada- es dar por concluido el mandato de todos los miembros del consejo general de Lumen Dei. Previamente, el Vaticano había nombrado «comisario pontificio, con atribuciones de presidente general», a Fernando Sebastián Aguilar, arzobispo emérito de Pamplona. Con ello, quedaba apartado del cargo de gobierno el sacerdote Daniel Zavala, hasta entonces presidente general provisional.
Lo que a continuación podría suceder es que el comisario pontificio ordene la destitución de «todos los superiores de Lumen Dei, presidentes generales adjuntos, presidentes regionales y zonales de los tres sectores, visitadores, prefectos específicos, consultores de la curia general y algunos directores de residencia (unos 40)», según se temía en una carta hecha pública ayer mismo el sector de matrimonios, que respalda a Daniel Zavala.
Por su parte, Fernando Sebastián, mediante una carta pública difundida este lunes, advierte de que «la Santa Sede, además de destituir al padre Zavala de su cargo, le ha prohibido expresamente que se presente y actúe como tal». Previamente, Zavala y sus colaboradores habían presentado recursos en el Vaticano contra el decreto que nombraba a Sebastián, al considerarlo nulo por carecer de respaldo canónico. Sobre este litigio tendrá que pronunciarse la Signatura Apostólica, el tribunal supremo de la Santa Sede. No obstante, la misma Signatura ha declarado ya que el recurso presentado por Zavala no suspende el nombramiento de comisario. Por tanto, Fernando Sebastián advierte de que «los miembros de Lumen Dei que quieran estar en comunión con la Iglesia católica tienen que aceptar el nombramiento del comisario pontificio».
Por otra parte, Sebastián «se ha incautado de bienes y ha intervenido las cuentas bancarias de Lumen Dei», lo que el citado sector de matrimonios califica de «apropiación indebida», por tratarse de «bienes privados que no se rigen por el derecho canónico, sino por el derecho civil». Agregan que «estas medidas arbitrarias perjudican gravemente necesidades básicas de Lumen Dei: atender a los enfermos de las comunidades, a nuestros geriátricos, casa de formación femenina y seminario».
Lumen Dei inauguró su comunidad en Gijón en marzo de 2005, aunque antes ya desarrollaba actividad pastoral en la ciudad. En abril de 2007, cuatro hermanas comenzaron a desempeñar varios trabajos en la curia diocesana del palacio episcopal de Oviedo, por invitación del arzobispo Carlos Osoro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este Mazinger 16 es el castrilli de los papas XD

Saludos
Isaak W. Jiun

Ruddy Alexandra Alvarado Cuellar dijo...

to nrealmente es y suena algo absurdo ya que yo creci en esta organizacion y puedo asegugar con todo mi corazon y la verdad en la mano que no es como denuncian eso no y que dios perdone esas mentiras tan graves la o.lumen dei es vida y vida con dios.

Ivan Popovich dijo...

a veces las personas nos defraudan