Comunicado emitido por el Obispado de Santiago del Estero

BUENOS AIRES, viernes, 22 agosto 2008 (ZENIT.org).- Publicamos el comunicado que ha emitido el obispado argentino de Santiago del Estero, cuyo pastor es monseñor Francisco Polti Santillán, ante informaciones publicadas sobre el presbítero Ariel Álvarez Valdés, profesor de Teología.

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La Secretaría de Prensa del Obispado de Santiago del Estero informa que, ante la publicación en medios de comunicación locales de informaciones inexactas relativas a la supuesta situación canónica del presbítero doctor Ariel Álvarez Valdés, sacerdote incardinado en esta diócesis, el Obispado de Santiago del Estero se ve en la necesidad de aclarar a los fieles católicos de la diócesis y a la opinión pública en general:

1. El presbítero doctor Ariel Álvarez Valdés no ha sido afectado por "condena" alguna.
2. No corresponde a la verdad que dicho sacerdote haya sido sancionado y suspendido en sus funciones académicas por una decisión que lleve la firma del cardenal Tarcisio Bertone, ex secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y actual Secretario de Estado de la Santa Sede.
3. En ejercicio de la responsabilidad propia de su oficio, el Obispo diocesano de Santiago del Estero y superior eclesiástico inmediato del mencionado sacerdote, emitió con fecha cuatro de agosto del corriente año un decreto que dice:

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Decreto del Obispo

Vistos los los numerosos intercambios epistolares efectuados en forma personal con el presbítero doctor Ariel Álvarez Valdés acerca del contenido de muchas de sus reflexiones y propuestas teológicas publicadas en diversos medios de la Argentina y de otros países.

Considerando

1. Que algunas de sus afirmaciones causan perplejidad y llevan a pastores y fieles a preguntarse si dichas afirmaciones son compatibles con la enseñanza del Magisterio auténtico de la Iglesia.
2. Que el presbítero doctor Ariel Álvarez Valdés ha reconocido lo fundado de dichas reacciones provocadas por sus escritos y ha manifestado reiteradamente estar dispuesto a hacer las rectificaciones pertinentes en sus nuevas publicaciones.
3. Que el interesado también ha manifestado su disposición de hacer públicas las retractaciones correspondientes a las cuestiones teológicas que, en sus intervenciones, presentan ambigüedades o errores.
4. Que, sin embargo, el presbítero doctor Ariel Álvarez Valdés ha hecho notar que dichas retractaciones serían publicadas a condición de incluir una mención expresa a que se efectúan por pedido explícito de la autoridad eclesiástica.
5. Que de ser incluida en el texto dicha cláusula limitaría severamente la consistencia y la autenticidad de las retractaciones.

Por tanto, en virtud de lo establecido en los cánones 772, 812, 823, 824 y la legislación complementaria de la Conferencia Episcopal Argentina, por las presentes letras Decreto:
1. A partir del 5 de agosto de 2008 y mientras no se disponga otra cosa, el presbítero doctor Ariel Álvarez Valdés carece de licencias para hacer nuevas publicaciones o disponer la reedición de publicaciones anteriores.
2. A partir del 5 de agosto de 2008, el presbítero doctor Ariel Álvarez Valdés carece de misión canónica para la enseñanza de disciplinas teológicas en cualquier nivel de docencia, incluyendo cursos cortos, conferencias y toda otra actividad análoga.
3. A partir del 5 de agosto de 2008, el presbítero doctor Ariel Álvarez Valdés carece de licencias para participar en la organización y uso de medios de comunicación social, incluyendo internet, ya sea a través de escritos, grabaciones, filmaciones y cualquier otro tipo de soporte.
4. Exhorto al presbítero doctor Ariel Álvarez Valdés a que revise su actitud en espíritu de humildad, obediencia y comunión, para el bien de toda la Iglesia, y de un mayor y fructuoso servicio ministerial.
5. Notifíquese a quienes corresponda y, una vez cumplido, archívese.


Santiago del Estero, 21 de agosto de 2008.
Sonia Quiroz, Secretaría de Prensa del Obispado de Santiago del Estero

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Le prohiben dar clases por no creer en Adan y Eva

El sacerdote Ariel Álvarez Valdés es columnista de EL LIBERAL.
EL LIBERAL/Archivo


Causa. Es porque el biblista santiagueño, entre otros puntos, se negó a afirmar la existencia histórica de Adán y Eva. La Santa Sede lo suspendió en sus actividades académicas. El cardenal Tarcisio Bertone firmó la dura sanción.

Con la firma del cardenal Tarcisio Bertone, ex secretario de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, fue sancionado y suspendido en sus funciones académicas el sacerdote santiagueño Ariel Álvarez Valdés, reconocido biblista y teólogo con divulgación internacional. La prohibición para continuar dando clases le fue comunicada a través del obispo diocesano de Santiago del Estero, monseñor Francisco Polti, miembro del Opus Dei. El motivo por el que retiraron al sacerdote su permiso para seguir enseñando, según expresa la carta del cardenal Bertone, se basa -entre otras cosas- en haberse negado a afirmar la existencia histórica de Adán y Eva.
Según pudo saberse, desde hace más de 13 años la Santa Sede viene exigiendo al padre Álvarez Valdés que se retracte de ésa y otras afirmaciones, supuestamente peligrosas y contrarias a la doctrina de la Iglesia Católica. Pero no obstante la disponibilidad para retractarse del sacerdote, el Vaticano resolvió ahora suspenderlo y prohibirle toda clase de actividad académica: clases, cursos, conferencias, así como el escribir artículos, realizar publicaciones, y hablar por radio y televisión.
Entre las afirmaciones del padre Ariel, consideradas contrarias a la fe por el cardenal Bertone figuran: la negación de la historicidad del ángel que habló con la Virgen María, la negación de las apariciones “físicas” de la Virgen, la aseveración de que los estigmas no vienen de Dios, y la negación del valor cristiano del libro de Job.
Sin embargo, el sacerdote sancionado es miembro de varios institutos de origen pontificio, que lo han honrado con designaciones.
Fuentes de la Iglesia, consultadas por este medio, coincidieron en sostener que llama la atención la dureza del castigo, teniendo en cuenta que en marzo de 2007 el Vaticano acusó al teólogo Jon Sobrino de negar supuestamente la divinidad de Jesús, una verdad central de la fe, sin que por eso fuera oficialmente impedido de enseñar desde Roma, mientras que Álvarez Valdés es sancionado por “afirmaciones periféricas a la fe”.

DATO
Desde hace varios años Álvarez Valdés, que es miembro de Asociación Bíblica Española, y de la Asociación Bíblica Italiana, dedica la mayor parte de su labor docente a la Universidad Católica de Santiago del Estero, al Seminario Mayor, y a escribir numerosos artículos, principalmente de divulgación bíblica, que fueron publicados por EL LIBERAL y por diversos medios de Europa. El padre Ariel es licenciado en Teología en Israel y doctorado en Teología Bíblica por la Universidad Pontificia de Salamanca.

Una multitud salió a apoyar al sacerdote
Manifestación. La medida provocó enfado en estudiantes y fieles. Ahora piden ser recibidos por el Obispo y comenzarán con marchas a favor del padre Ariel.
La noticia sacudió a los santiagueños. La mayoría se enteró por la prensa, mientras que sus allegados más cercanos lo hicieron por boca del propio padre Ariel, que se fue despidiendo de sus alumnos en cada una de sus clases. La prohibición que impuso la jerarquía de la Iglesia Católica al sacerdote para hacer publicaciones, dar clases y expresarse en los medios de comunicación inquietó a propios y extraños. Así, en horas de la tarde, comenzaron a circular mensajes de textos sin remitente convocando a un encuentro en apoyo del cura, mientras de forma paralela se organizaban rápidas reuniones en los claustros de la Universidad Católica. A las ocho de la noche, estudiantes, familias, profesionales y los transeúntes que pasaban por la plaza Libertad, se congregaron en la Plaza Libertad a manifestarse a favor del padre Ariel.
“Lo quieren borrar por su capacidad, y porque ha hecho pensar a mucha gente”, dijo Amanda Pereyra, que asiste a uno de los seminarios de catequesis que Ariel brinda en la misma Catedral Basílica donde ayer se reunieron los manifestantes.
Luís Atia, otro de sus estudiantes, manifestó que “el padre Ariel es un hombre que invitaba a pensar y eso a mucha gente la molesta, ahora nos dejan sin él”.
La sensación de enojo se repetía entre los manifestantes, que pedían hablar con alguna autoridad eclesial, pero en la Catedral nadie salió a atender. Muchos de los presentes vincularon el caso de Ariel al del sacerdote marfileño Gilbert Koffi Kouman, a quién también se le prohibió dar misa. “Esto da a que pensar – sostuvo Mario Lavaisse, uno de las personas que habló ante los presentes – en Santiago cada vez hay menos libertad, estas decisiones de marginar a los sacerdotes que tienen convocatoria y reúnen gente son las que hacen que cada ves más fieles se alejen del catolicismo, y se vayan a sectas y otras religiones”.

Compromiso

Cerca de las 20.30 apareció en la Catedral el padre Eduardo Navelino, quién llegó en reemplazo del párroco Walter de la Iglesia, quien había informado momentos antes que no daría la misa de anoche. Navelino, hasta ese momento la única cara visible del clero, fue rodeado por la multitud en busca de explicaciones en el atrio de la Catedral. El sacerdote sostuvo que “es una decisión que ha venido desde Roma”, y que los curas santiagueños se encuentran “todos rezando por el padre Ariel”.
Los presentes pidieron al sacerdote gestionar una audiencia con el obispo monseñor Francisco Polti, y Navelino se comprometió a extender el pedido a sus inmediatos superiores para tratar de cerrar un encuentro.
Tras dialogar con el cura, los presentes se reunieron para coordinar una serie de acciones “en caso de que no tengamos respuestas inmediatas”, según manifestó Julio Olivares, uno de los alumnos del padre Ariel en la Ucse.
Los estudiantes decidieron unirse con la feligresía que se había convocado en la Catedral para poner en marcha una serie

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